28/2/13

CAPITULO 5


*NARRA ALBA*
Realmente nos habíamos quedado las tres dormidas. Solo había que ver las caras de Laura e Irene. Aunque la mia poco se llevaría. El ruido procedia de unos metros más atrás de ellas, yo lo tenía de frente. A una mujer se le había caido el equipaje de mano al intentar coger al niño. Todo el vagón las estaba mirando. La mujer roja como un tomate y el niño, llorando en una pataleta absurda por no salirse con la suya.
-Irene: Chicas creo que nos hemos quedado todas dormidas.
-Laura. Si, vaya caras de sobadas que tenemos.
-Alba: Con lo agustito que estaba, Esa mujer debería de tener más cuidado.
-Laura: Ni que la mujer lo hubíera hecho a proposito.-dijo ironicamente-
-Irene. Además nos ha hecho un favor. En diez minutos mas o menos llegaremos. ¡Que nervios!
-Alba: Mirandolo así, estas en lo cierto.
-Laura: Chicas, voy al baño.
-Alba: yo tambien voy. ¿Irene cuidas tu de las cosas?
-Irene: Claro.
Laura y yo nos fuimos al baño. Tenía intriga por preguntarle que era lo que había ocurrido antés. Ella me había hecho señas de que algo le había ocurrido a Irene pero no sabía el que.
Cuando nos alejamos lo suficiente para que no nos oyera.
-Alba: ¿Porque me hacías esas señas antes?
-Laura: Irene creo, bueno más bien afirmo que nos ha oído.
-Alba: Pobriña. Pero... ¿como lo has sabido?
-Laura: He visto como le caía una lágrima.
-Alba: le tiene que haber afectado lo que le hamos dicho. Ya hemos llegado. Pasa tú primero.
Solo había un baño, como es normal en los trenes. laura pasó y yo la esperé fuera.
*NARRA IRENE*
Ellas se habían marchado al baño. Me senté en el sitió de Laura que estaba más en el exterior y podía ver mejor si venían. Lo cierto es que el baño estaba bastante lejos.
Entences lo ví se parecía a él, Lucas, Él mejor amigo de Marco, un chico de sus mismas características. Cuando vío que estaba fijandome en él se giró rápidamente y se marchó  lo más rapidamente que pudo sin que se le notara. Solo que no podía apreciar si era él realmente ya que llevaba un gorro y unas gafas de sol puestas. Si hubiese tenido que apostar a si era él o no lo hubiera hecho  que si. Lo cierto es que llevaba sin verlo desde que vino a mi casa a verme y declaró claramente que se posicionaba de parte de Marco.
-Laura: Irene- dijo asustada-¿Estas bien?
Debí de poner muy mala cara, me miraban con autentico asombro.
-Irene: Si.
-Alba:Escomo si hubieses visto un fantasma.
-Irene: Algo parecido.
-Laura: ¿A que te refieres?
-Irene: Me vais a llamar loca o lo que querais. Pero juraría haber visto a Lucas.
*NARRA LAURA*
 Cuando dijo eso mo corazón me dió un vuelco tremendo. Lucas no podía estar aquí, y si lo estaba que hacía él justo en el mismo vagón de tren que nosotras. Todo esto me parecía muy sospechoso, no me gustaba nada que mi novio "secreto" estubiese en el mismo vagón de tren que nosotras. Lo que todabía aún más me preocupaba que pudiera no estar solo sino venir con Marco ese sería un golpe muy duro para Irene. No sabría como reaccionar ante esa situació.
-Irene: ¡Laura! Estabas totalmente empanada.
-Laura: Lo siento chicas no me he dado cuenta.
-Alba: No pasa nada.
-Laura: ¿De que hablabais?
-Alba: De que si lo que Irene ha visto fuera cieto, hay muchas posibilidades de que no venga solo, sino acompañado de.. bueno tu ya sabes quien.
-Irene: ¡Se llama Marco! Tiene nombre y lo podeis pronunciar.-Todo el vagón se giró para mirarnos- Para vuestra información si aún me importa pero no estoy enamorada de él. Ni nada por el estilo.
Irene se levanto y se marchó de camino al baño.
-Alba: yo no pretendía...-Parecía totalmente consternada-
-Laura: Lo se Alba, Pero tienes que entender que nuestroscomentarios le han dolido bastante y estode que él posiblemente este aqui le ha aabado de afectar.
-Alba: Lo comprendo.
-Laura: Iré ha hablar con ella.
Alba asintió con la cabeza. Me levanté y me dirigí al baño. Este estaba situado casi al final del vagón pero quedaban algunos asientos aún por detrás. Cuando llegué oí sollozos detás de la puerta. Estaba apunto de tocar, pero oí una débil voz nombrarme. Todo mi vista se había fijado en el baño y no me había percatado. Eran ellos dos, Lucas y Marco, los dos se encontraban al final del vagón. Ellas tenían razón. Irene no estaba loca y ahora mismo estaba llorando en el baño, por nuestra culpa. Más culpable no me podía sentir.

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